La fuerza de mi arte siempre han sido las ideas que hay detrás; todo lo demás es trabajo duro y hasta el día de hoy me cuesta.
Soy el primer miembro de mi núcleo familiar nacido en Estados Unidos.
Fue mi abuela, Cruz Garza, quien dio ese gran paso y emigró a Laredo, Texas, para escapar de una existencia de penurias en el rancho familiar, «Los Garzas», en el estado mexicano de Nuevo León, a sólo unos 100 km de la frontera.
Aunque era grande, el rancho sufría una sequía constante y el río Sabinas, que lo atraviesa, solía estar seco.
Sólo el hijo mayor, mi tío Jesús, tío Chito y su familia, mis parientes mexicanos más cercanos, se quedaron a cuidar del rancho y permanecieron allí.
Fue en los años 30 cuando mi abuela se trajo con ella a EEUU a mis tías Concepción y Lydia, a mi tío Juan Manuel y a mi madre, Adela Garza.